El regreso de “Los Beatles del arte”: el bonus track de la Nueva Figuración
Dos meses después de la muerte de Luis Felipe Noé, el Malba le rinde homenaje en una sala especial; coincide en Buenos Aires con exposiciones de otros miembros del grupo que marcó un hito
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LA NACIONCelina Chatruc
A dos meses de la muerte de Luis Felipe Noé, el único artista que sobrevivió a sus tres amigos de la Nueva Figuración, ese grupo que cambió la historia del arte argentino vuelve con todo. El Malba inauguró hoy un homenaje a “Yuyo” con cinco de sus obras realizadas durante la primera mitad de la década de los sesenta, cuando el auge de este “cuartetazo” criollo coincidió con el furor global por los Beatles. En estos días también recuperan protagonismo los otros tres integrantes de la banda: Ernesto Deira, Rómulo Macciò y Jorge de la Vega, quienes lograron también crear un lenguaje propio que trascendió la brecha entre figuración y abstracción.
Con aquellos “fabulosos cuatro” que conquistaron el mundo los comparó Fernando García en 2021, cuando se cumplieron sesenta años de su debut en la galería Peuser, en alusión a la foto de Sameer Makarius en la que posaban como estrellas de rock. Y en esa definición coincide ahora Marina Pellegrini, directora de la galería Vasari, que inaugurará mañana una muestra dedicada a Macciò: “Fueron únicos, unos titanes –dijo a LA NACION–. No se repitió nunca más algo así, que cambiara para siempre el criterio de la pintura como lo hicieron ellos. Son los rockstars de la pintura argentina y siguen vigentes”.
Así lo demuestran ambas exposiciones, que abren días después de la inauguración de otra dedicada a Deira en la galería MC. Esta última reúne varias pinturas de aquella época de oro que permanecieron desde entonces guardadas por sus herederos. Algunas piezas de De la Vega, en tanto, están “de gira” en Qatar, como parte de la muestra Latinoamericano, mientras que otras se exhiben bajo el mismo techo que las de Noé, en el Malba. Entre ellas la que estaba realizando cuando murió en 1971, con apenas 41 años.
Además de ser un auténtico cantautor, que grabó en 1968 el disco El gusanito en persona, De la Vega alcanzó otro tipo de “récord”: en 2019 una obra suya de 1967 fue vendida en arteba por la galería MC por un valor estimado entre 1,2 y 1,3 millones de dólares, que podría ser la cifra más alta pagada por una obra de arte argentino.
“El período que yo más deseo es el de la década del ‘60, de la Nueva Figuración, que no es fácil tampoco lograr. Es la obra más valiosa de los cuatro, y la más difícil de conseguir”, dijo a LA NACION Eduardo Costantini, fundador del Malba. Por ese motivo, anticipó con humor, escucha ofertas para quienes quieran ofrecerle piezas de Noé de esa época. Serán incluidas, anticipó, en la muestra que celebrará el año próximo un cuarto del siglo del museo.
Allí estarán, en principio, las dos que le pertenecen y que se exhiben hasta fines de septiembre en la “capilla” del primer piso que hasta ahora estaba destinada a Frida Kahlo. La acompañan otras tres cedidas por la Fundación Noé y por un coleccionista que prefirió no ser mencionado.
“No tuvimos tiempo de organizar una gran muestra para rendirle homenaje. Es una presentación pequeña, pero de extrema calidad y de un período fundamental” señaló Rodrigo Moura, director del Malba, quien asumió días antes de que falleciera el artista. Este año se cumplen además seis décadas de la publicación de su libro Antiestética, y el mes próximo se presentarán en el Partido de San Martín sus obras gráficas y las más recientes, nunca exhibidas. Apenas un anticipo de las muestras que prepara la Fundación con otras instituciones para conmemorar el aniversario de su muerte, en 2026.
“Noé hubiera dicho que los coleccionistas lo siguen considerando como la viuda de los ’60 –opinó Fabián Lebenglik, curador de su envío a Venecia en 2009–. Él vio antes el sujeto fragmentado, la mirada múltiple, precursora de la subjetividad contemporánea. Pero después se reinventó varias veces, y fue anticipando situaciones en la pintura en cada época”.
Coincide Pellegrini en que, si bien la etapa de la Nueva Figuración es la más conocida, hay mucho más por descubrir. Un gran ejemplo es la muestra que presentará mañana, con obras de Macciò de la década 1970 realizadas en Europa que no se vieron hasta ahora en la Argentina. Una de ellas se vendió antes de la inauguración, apenas fueron enviadas las invitaciones. Y ya planea presentar otras en arteba y trabaja en la edición de un libro sobre su legado, mientras el Museo Nacional de Bellas Artes organiza una retrospectiva para el año próximo.
Proyectos similares tiene María Calcaterra para la obra de Deira, muy cuidada por sus hijos. “¿De dónde sacaste estas pinturas?”, le preguntaban intrigados los coleccionistas y curadores que asistieron días atrás a la inauguración de la muestra que continúa hasta mediados de julio, y que abarca el período de 1961 a 1966. “Esta época es la más demandada de los cuatro. Son piezas calidad museo, y no suelen verse todas juntas”, explicó, entusiasmada por la confianza que depositaron en ella los hijos del artista. Un bonus track que nadie esperaba.
Para agendar:
- Luis Felipe Noé. Homenaje hasta el 29 de septiembre y obras de Jorge de la Vega en Tercer Ojo hasta 2026, en el Malba (Av. Pres. Figueroa Alcorta 3415).
- Hombres huecos de Rómulo Macciò en Vasari (Esmeralda 1357), desde mañana a las 19 hasta fin de agosto.
- Formas de ser humano: pinturas y dibujos de Ernesto Deira en MC (José León Pagano 2649) hasta el 18 de julio.
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