
Según un estudio realizado en 342 lotes, la fertilización variable presentó un margen bruto mayor que la aplicada en forma uniforme
5 minutos de lectura'

Los errores que se cometen al momento de la fertilización de los cultivos pueden resultar muy caros. Caros, cuando se aplican nutrientes en lugares dentro del lote donde no es necesario, aumentando los costos de producción de un cultivo sin obtener un rédito adicional; caros cuando se utilizan niveles de fertilización insuficientes para maximizar el rendimiento en una determinada condición o parte del campo (comprometiendo la rentabilidad); y caros para el ambiente, cuando debido a un diagnóstico incorrecto o simplemente impreciso se aplican nutrientes en un lugar donde, por el motivo que sea, el cultivo no los puede absorber, situación que los deja vulnerables para contaminar el agua o el aire.
Hoy en día los productores y agrónomos encontramos en las tecnologías de agricultura de precisión un aliado estratégico para mejorar el manejo nutricional de nuestros cultivos. En este sentido, el manejo sitio-específico de nutrientes puede definirse como una tecnología de procesos que busca un mejor entendimiento de los factores que determinan la respuesta de los cultivos a la fertilización dentro de un lote de producción y lo lleva a la práctica a través de la aplicación de nutrientes y enmiendas con dosis variable. Su objetivo principal es lograr que los cultivos maximicen la eficiencia en el uso de los recursos, incrementando la rentabilidad de la producción y minimizando su impacto ambiental. Generalmente, involucra un esfuerzo interdisciplinario combinando conocimientos agronómicos básicos con herramientas tecnológicas como sistemas de geo posicionamiento global (GPS), sistemas de información geográfica (GIS), monitores de rendimiento, sensoramiento remoto y de contacto, y maquinaria equipada con capacidad de realizar dosificación variable de insumos.
En el último tiempo también se han incorporado aportes de tecnologías más sofisticadas de aprendizaje automático (“machine learning”) y otros tipos de inteligencia artificial. Si bien la potencialidad de esta tecnología ha demostrado ser muy grande, su incorporación masiva a nivel nacional ha tropezado con varios obstáculos de diferente índole. Algunos de ellos se han ido solucionando paulatinamente en los últimos años, como la madurez de la tecnología en general, la capacitación de agrónomos y operarios, y el soporte técnico por parte de las empresas proveedoras. Otras barreras que han retrasado la adopción de la práctica todavía representan un desafío, como disponer de recomendaciones zonales de fertilización con el nivel de precisión y resolución espacial que la tecnología demanda, y la dificultad para evaluar su eficacia en relación a planteos de producción tradicionales de manejo uniforme.
Experiencias
Durante el Simposio Fertilidad 2025 se presentaron algunas experiencias provenientes de diferentes zonas del área productiva argentina que evidencian cómo las herramientas de agricultura de precisión, la integración de conocimiento básico de fertilidad de suelo y nutrición de cultivos, y la investigación en campos de productores (“on-farm research”) pueden contribuir a mejorar el manejo de nutrientes en los sistemas agrícolas.
Para el manejo del nitrógeno (N), es fundamental contemplar la oferta y demanda de este nutriente en forma integrada a la hora de generar una prescripción de fertilización nitrogenada con dosis variable, ya que la cuantificación de la demanda en forma aislada (por ejemplo, mediante el uso de mapas de rendimiento de años anteriores o de imágenes multiespectrales que se correlacionen con productividad vegetal) puede no ser la estrategia más acertada para separar áreas dentro del lote con diferentes requerimientos de N. En tanto, la cuantificación de la oferta de N en forma individual (como el análisis de N inorgánico en el suelo o algún índice de mineralización de N) ignorando el potencial de rendimiento del ambiente tampoco parecería ser un planteo recomendable en regiones con pluviometría variable, donde las pérdidas de N del sistema pueden ser importantes. En este sentido, estudios internacionales sugieren que aquellas recomendaciones de fertilización que ignoran por completo el potencial de rendimiento del ambiente están sujetas a un 50% de éxito en el mejor de los casos.
Por otro lado, el manejo del fósforo (P) presenta menor complejidad, particularmente en regiones con suelos poco fijadores como los de la región templada argentina. Sin embargo, cuando se considera la variabilidad espacial de la disponibilidad de P para los cultivos, el manejo de este nutriente se complejiza significativamente. Con el fin de evaluar la conveniencia económica de la fertilización fosforada con dosis variable en la región pampeana se realizó un estudio de 342 lotes de producción muestreados en grilla con una intensidad aproximada de 1 muestra/ha. Los resultados de este análisis muestran que la fertilización variable presentó un margen bruto considerablemente mayor que el de la fertilización con dosis uniforme, y su impacto económico fue mayor para el trigo (incremento de margen bruto/ha promedio de 39 US$/ha) y algo menor para el maíz y la soja (30 y 27 US$/ha, respectivamente).
El camino es continuar aplicando y maximizando las ventajas de la agricultura de precisión, y es necesario seguir profundizando el entendimiento de las capacidades de esta tecnología de manera que cuando su implementación se masifique en la Argentina, lo haga aprovechando su máximo potencial.
El autor es docente, investigador independiente y director del Laboratorio Clarion
- 1
- 2
Inversión de US$6 millones: una de las mayores cooperativas agrícolas del país inaugurará una planta de insumos biológicos
- 3
Comienzo de semana con bajas en el Mercado Agroganadero de Cañuelas
- 4
“Listado de despidos”: un organismo con el 74% de su personal contratado podría desatar un conflicto para el Gobierno