Qué hay detrás de la falta de reacción de Pro ante el desaire de Milei a Jorge Macri
El macrismo eligió replegarse mientras avanza un posible acuerdo electoral con los libertarios en la provincia de Buenos Aires; el jefe de gobierno enfrenta críticas por su resistencia a reformar el gabinete
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Javier Milei ignoró deliberadamente a Jorge Macri durante el Tedeum del 25 de Mayo en la Catedral Metropolitana. El gesto, que se viralizó y marcó la tónica de la jornada patria, no generó defensa pública alguna por parte de la dirigencia del Pro. Tampoco hubo señales de respaldo para Antoni Gutiérrez-Rubí, el consultor catalán señalado por el Presidente como responsable de una supuesta campaña sucia en su contra y que hoy, a pesar de la derrota en la urnas, sigue como asesor del jefe de gobierno porteño.
El silencio resultó aún más elocuente tras el respaldo indirecto que ofreció el arzobispo Jorge García Cuerva, quien desde el púlpito condenó “el terrorismo en las redes” y “el barro de las descalificaciones, del odio y la violencia”. Minutos antes, Milei había evitado saludar no sólo a Jorge Macri, sino también a su propia vicepresidenta, Victoria Villarruel, con quien no habla desde hace meses.
En su homilía, García Cuerva pareció interpelar directamente al poder: “Se está muriendo la fraternidad, se está muriendo la tolerancia, se está muriendo el respeto; y si se mueren esos valores, se muere un poco el futuro, se mueren las esperanzas de forjar una Argentina unida, una Patria de hermanos”, advirtió.
La cautela del Pro responde a dos factores políticos. El primero es la negociación abierta con La Libertad Avanza (LLA) para cerrar un acuerdo electoral en la provincia de Buenos Aires. Cristian Ritondo encabeza ese diálogo, y volvió ayer a reunirse con Sebastián Pareja -operador bonaerense de los libertarios- y con Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y líder formal del partido. “No hay mucho para decir. No se puede salir a criticar y después sentarse a negociar”, resumieron en el entorno del jefe del bloque macrista en Diputados, que optó por no comentar el episodio.
Tras la derrota en la Ciudad, el margen para exigir gestos de cortesía se redujo notablemente. María Eugenia Vidal, que ofició de jefe de la campaña de Pro, tampoco salió en defensa de Jorge Macri.
El segundo motivo es el creciente malestar interno hacia Jorge Macri por su negativa a realizar cambios sustanciales en el gabinete porteño. Fue un reclamo que empezó a bullir inmediatamente después de la caída electoral, pero el alcalde prefirió no actuar.
Gutiérrez-Rubí, por caso, sigue en funciones. Le reprochan haber apostado por una estrategia focalizada en la gestión local, que derivó en el desacople de las elecciones porteñas. “Adelantás solo cuando sabés que ganás”, lanzó con crudeza un referente histórico del Pro. El asesor catalán fue blanco de los ataques de Milei, que lo convirtió en chivo expiatorio y usó su figura como justificación pública para ignorar al alcalde.
ROMA NO PAGA TRAIDORES
— Javier Milei (@JMilei) May 25, 2025
Si se es bueno con los malos (esto es con quienes traicionan, mienten, calumnian, injurian y ensucian por una mera ventajita) se termina siendo muy malo con los buenos.
Fin.
PD: saludos para chantalán Gutiérrez Rubí y otras basuras varias.
Bajo el título “Roma no paga traidores”, el Presidente escribió: “Si se es bueno con los malos (esto es, con quienes traicionan, mienten, calumnian, injurian y ensucian por una mera ventajita), se termina siendo muy malo con los buenos”. Y remató con una posdata cargada de agresividad: “Saludos para chantalán Gutiérrez-Rubí y otras basuras varias”. Nadie en el Pro salió a defender al estratega comunicacional. Ni siquiera la vocera del gobierno porteño, Laura Alonso, que evitó responder las consultas de LA NACION.
Mauricio Macri, líder nacional del partido, se tomó un avión a Europa la misma noche en que el Pro perdió en su bastión. Desde el exterior envió un mensaje de felicitación a Milei que recompuso, en parte, el vínculo entre ambos y habilitó el acuerdo electoral bonaerense que sus dirigentes ya estaban dispuestos a cerrar, con o sin su aval. El expresidente no dijo una palabra sobre el ataque del jefe de Estado a su primo. Ni siquiera cuando ese ataque fue público, directo y deliberado.
Mientras las imágenes del alcalde con la mano extendida hacia un Presidente que lo ignoraba se multiplicaban en los medios, Jorge Macri optó por el repliegue. “No va a responder”, dijeron en su entorno. Las únicas críticas se escucharon en voz baja: “Lo de hoy es una muestra más de la falta de respeto de Milei hacia las instituciones y la convivencia democrática. Habla más de él que de nosotros. Es un irrespetuoso”.
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